
Bienvenido a Life 6.0, una fusión entre nuestra existencia y pensamiento biológico con nuestra tecnología.
Un concepto que está por llegar, en el que el ritmo de cambio tecnológico será tan rápido y su repercusión tan profunda que la vida humana se verá transformada de forma irreversible, trascendiendo nuestras raíces biológicas.
Lo que realmente llamaríamos post-Singularidad donde no habría distinción entre humano y máquina o entre realidad física y virtual dando lugar a la sexta era (el despertar del universo).
“Primero construimos las herramientas y después nos construyen ellas a nosotros”
Marshall McLuhan
Ray Kurzweil (científico especializado en Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial. Desde 2012 es director de Ingeniería en Google) visualiza la evolución, tanto biológica como tecnológica en seis eras:
- Primera era: física y química. Corresponde a un estado en que la información viene representada en sus estructuras más básicas: los patrones de materia y energía.
- Segunda era: biología y ADN. Empezó hace varios millones de años, los compuestos basados en el carbono se entrecruzaron hasta complejas agrupaciones de moléculas que formaron mecanismos auto replicantes y surgió la vida.
- Tercera era: Aparecen los cerebros y los sistemas nerviosos de los organismos.
- Cuarta era: aparece la tecnología (en la era que nos encontramos actualmente). Empezó con mecanismos simples y se desarrolló hasta convertirse en autómatas elaborados (máquinas mecánicas auto matizadas). Es muy probable que antes del año 2029 lleguemos a pasar la prueba de Alan Turing. ¡¡La singularidad está cerca!!.
- Quinta era: la fusión de la tecnología humana con la inteligencia humana, que se calcula que empezará sobre el 2045. En los próximos 20 años vamos a ver más cambios que en los últimos 2.000 años. Es la era de la singularidad.
- Sexta era: el universo despierta (Life 6.0). Reorganización de la materia y de la energía, cosa que provocará un nivel óptimo de computación y que permitirá propagarse más allá de su origen terrestre. Era post-Singularidad.
En cambio, Max Tegmark (cosmólogo sueco-estadounidense. Profesor en el Instituto Tecnológico de Massachusetts), divide la evolución en 3 fases:
- Vida 1.0: Simple y biológica. Es incapaz de rediseñar a lo largo de su vida ni su software ni su hardware.
- Vida 2.0: Cultural. Si puede rediseñar buena parte de su software. Los humanos son capaces de aprender nuevas habilidades complejas y pueden también modificar en su gran medida su cosmovisión y sus objetivos
- Vida 3.0: Tecnológica (Life 6.0). Vida que aún no existe en la Tierra, puede rediseñar drásticamente no solo su software sino también su hardware, en lugar de tener que esperar a que este evolucione de forma gradual a lo largo de generaciones.
Dado que Ray Kurzweil tiene una visión más cercana al transhumanismo (H+) y Max Tegmark piensa más en una nueva civilización de máquinas, mi visión es una mezcla de ambas a la que denomino Life 6.0.
Desde el siglo XXI camino a Life 6.0
El inicio del siglo XXI marcó el comienzo del periodo más interesante y trasformador de la humanidad haya conocido, entrando en la rodilla de la curva del crecimiento exponencial en el progreso humano (estamos doblando el ritmo de cambio de paradigma cada década), punto donde el mundo ha dado un cambio total y absoluto.

Es evidente que, con la llegada de Internet y el uso de nuevos dispositivos, el mundo está cada vez más conectado. Casi el 60% de toda la población mundial y más del 90% del mundo desarrollado está en línea. Es difícil imaginar la vida sin Internet: sin teléfono inteligente, sin banca on-line o los nuevos neobancos (neobank), sin servicios de streaming o podcasts, sin redes sociales, sin correo electrónico. Conectarnos a Internet ha ampliado drásticamente nuestro alcance individual, nuestra capacidad de vender a nivel mundial y nuestra capacidad de ayudar a otros dondequiera que estén.
Los fabricantes de productos de consumo ahora están conectando nuestros hogares y cualquier objeto que utilizamos en la vida cotidiana. Desde televisores hasta relojes, básculas, coches e incluso colchones, cada vez más de productos están conectados en línea para poder ofrecer un uso o servicio cada día más personalizado gracias al seguimiento de datos personales y su auto-actualización cuando hay nuevas funciones o versiones disponibles.
Un camino que nos lleva según los expertos a la singularidad tecnológica.
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